Una de las poblaciones más atractivas de Sinaloa, con extensas playas a lo largo de sus 40 kilómetors de litoral prolóngandose desde la costa del Pacífico hasta la Sierra Madre Occidental, cuentan que en el lugar donde ahora está el pueblo, el caporal Bonifacio Rojas perdió un rosario y, al buscarlo, encontró una gran cantidad de plata, convirtiéndose en la próspera Mina de Tajo.